"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


lunes, 31 de mayo de 2010

"Mi Abuelita"




Esta mañana, sin saber por qué me he acordado de pronto de mi abuelita. Los recuerdos no te piden permiso, se te presentan así de pronto y te dejan emocionada, así que voy a hablar un poquito de ella.
Lita, que es como la llamábamos los cinco nietos era muy fina y elegante. Tenía la carrera de piano y siendo muy jovencita tocó en el Palacio Real delante de la Reina Victoria Eugenia, la mujer de Alfonso XIII. Era la pequeña de cuatro hermanos, dos de cada matrimonio, pues su madre al quedarse viuda, se había vuelto a casar. Su hermano Rosendo estudió en la Academia Militar, y a ella la mandaron a estudiar con unas monjas francesas donde aprendió: Francés,Costura, Bordado, Cocina, Repostería, Urbanidad, Buenos modales, Solfeo y Piano. Se casó con mi abuelo que era dieciocho años mayor que ella, y se vino a vivir a Madrid con él .Tuvo dos niñas muy seguidas, mi madre y mi tía Loti, y se quedó viuda muy joven.
Cuando se casó mi madre, se quedó a vivir con Lita y con su hermana, porque no quería dejarlas solas (la casa era antigua y muy grande). Empezaron a llegar los niños, cinco en total, contando conmigo que soy la última. Lita era muy habilidosa, cualquier cosa que hacía, parecía una joya. Cocinaba como los ángeles y presentaba cualquier plato, como si fuesen exquisiteces. A las tres niñas nos hacía los trajes y siempre íbamos muy bien vestidas. Tenía un grupo de amigas con las que jugaba al tresillo, y el día que había partida en casa, todo estaba precioso y reluciente, con unas tartas, pastas y pasteles que nosotros no podíamos probar hasta que se marchasen las visitas.En su cuarto, había dos camas, y yo dormía en una de ellas, por lo que me enteré que ella estuvo enamorada de un joven abanderado del cuartel de su hermano, que le daba a escondidas papelitos con versos….
Recuerdo, alguna tarde, al volver del colegio, la alegría que nos daba oírla al piano, interpretando a Chopín
Un día cuando yo tenía quince años la operaron de cataratas, y quiso que me quedara con ella en la clínica. Esa noche, yo supe que algo iba mal, porque se pasó toda la noche diciendo incongruencias. A partir de ese momento, empezó a perder la cabeza. Ahora sabemos que fué por la anestesia. La diagnosticaron demencia senil, pero ella no dejó un solo día de leer el periódico, aunque poco a poco iba desconectándose de la realidad, y nosotros que éramos todos tan jóvenes y tan alegres, nos turnábamos para acompañarla cuando se empeñaba en que la estaban esperando en su casa.... Después de darla un par de vueltas a la manzana, la volvíamos a subir y todos la recibían contentísimos, como si regresara de un largo viaje. Mi hermano mayor, la mandaba cartas, pidiéndola dinero para las misiones, y ella se indignaba, y decía: ¿ Pero se creerá esta gente que yo soy millonaria? Unas navidades, utilizando el sobre de la campaña de navidad “Siente usted un pobre a su mesa”, mi hermano la escribió una carta diciendo que como ella era una dama tan caritativa, la habían asignado a un pobre finísimo, y con muy buenos modales que se sentaría a nuestra mesa……Esto la tuvo entretenida muchos días…..
Creía que nos veían los de la televisión, no la podía entender; así que a veces me obligaba a sentarme a ver las noticias, porque:” ¿Cómo vas a marcharte sin escuchar esas cosas tan interesantes que te cuentan estos señores tan finos?”
Tenía en su dormitorio un armario de luna de caoba lleno de cosas preciosas, de cajas con lazos, de perfumes, a mí me fascinaba mirar cuando lo abría, porque nunca jamás lo tocamos las niñas.
-Me considero muy afortunada por haber vivido con ella. Nuestra infancia y juventud, ha sido muy alegre, pues convertía cualquier cosa en algo importante, nos ha enseñado muchas cosas y a pesar de que al final perdió la cabeza, siempre fue con todos nosotros muy cariñosa, y siempre nos decía lo guapos que estábamos y lo que nos quería...